El envejecimiento es un proceso natural que conlleva una serie de cambios fisiológicos en el cuerpo humano. Es importante tener en cuenta que estos cambios pueden variar de una persona a otra y no todos los adultos mayores experimentarán los mismos síntomas o en la misma medida.
Pero, ¿qué cosas determinan si estos cambios al pasar el umbral de los sesenta años serán menos complejos? De este tema se conversó en INJUPEMP, en el evento “Red de Fortalecimiento al Adulto Mayor. Cambios fisiológicos en el envejecimiento”, organizada por el departamento de Servicios Sociales, con el cual se busca que se comprenda, qué implica el envejecer, motivar a un envejecimiento saludable y determinar que, envejecer no es una enfermedad.
El envejecimiento saludable, según definición de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es un proceso continuo de optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y, por consiguiente, la calidad de vida.
El doctor Ismael Vallejo, uno de los expositores de este evento, explicó a los presentes la importancia de entender que, “el envejecimiento conlleva una serie de cambios morfológicos y funcionales, mismos que son de carácter individual (no envejece con las mismas características uno y otro), dinámico, progresivo e irreversibles con el paso del tiempo”.
“A medida que vamos envejeciendo, el cerebro y el sistema nervioso central, pasan por cambios naturales. El cerebro y la médula espinal pierden peso y neuronas (atrofia). Las neuronas pueden comenzar a transmitir mensajes más lentamente que en el pasado, limitando así nuestras capacidades”, expuso el doctor Vallejo.
La reducción en el pensamiento, la memoria y la capacidad cognitiva es una parte normal del envejecimiento. Es importante recalcar que estos cambios no son iguales en todas las personas. Depende de muchos factores que tienen que ver con el tipo de vida que se haya llevado, el acompañamiento de algunas enfermedades de base, entre otros.
Por otra parte, el envejecimiento presenta como característica, una reducción o pérdida de los reflejos o la sensibilidad. Esto lleva a problemas en la habilidad y capacidad de movimientos y la seguridad, lo que hace más propenso a sufrir caídas.
PROBLEMAS DEGENERATIVOS
Otra de las situaciones en salud que se generan por la llegada de la vez es la Osteoartrosis. En este evento se contó con la presencia del doctor Alberto García, fisiatra y especialista en medicina de rehabilitación.
García explica que, “la Osteoartrosis es una enfermedad articular crónica y de tipo degenerativo, caracterizada por un componente inflamatorio y acompañado por degeneración y pérdida progresiva de cartílago, así como cambios en los tejidos blandos. La cantidad de calcio disminuye debido a que el cuerpo absorbe menos calcio de los alimentos; además, los niveles de vitamina D, que ayuda al cuerpo a usar el calcio, disminuyen ligeramente”.
Ante este panorama, el especialista fisiatra anima a que quienes aún no han llegado a una edad mayor, procuren mantener una vida saludable y priorizando la actividad física.
“Es necesario comprender que la actividad física diaria nos permitirá hacerle frente al proceso normal de envejecimiento que llevamos todos”, aconseja el doctor García.
Por otra parte, recomienda a los adultos mayores, tampoco dejar de “moverse”, hacer ejercicio y mantener una vida saludable. El entrenamiento físico y la movilidad tiene múltiples beneficios, en los mayores, tales como aumento en la resistencia cardiopulmonar, resistencia musculo esquelética, fuerza, movilidad, coordinación, aumento en la velocidad de respuesta, entre otros, porque “el movimiento también es salud”.